1. Parque Histórico de Ayutthaya
Ayutthaya es el hogar de docenas de palacios y templos históricos que una vez albergaron algunos tesoros reales del país. A lo largo de los años, los ladrones se han llevado la mayoría del oro, las piedras preciosas y las reliquias. Sin embargo, ciertos artículos malditos permanecen en el templo más grande y embrujado de la ciudad, el Wat Phra Sri Sanphet.
Por la noche, hay que tener cuidado ya que, según los locales, se han avistado fantasmas de soldados que custodian el palacio principal junto con otros vestidos con ropa tradicional tailandesa, que deambulan por el parque después de las horas de cierre.
2. El Parque Nacional Doi Suthep en Chiang Mai
Muchos pueden conocer Chiang Mai por sus sitios históricos y naturales. Más allá de la belleza de esta provincia, muchas historias inquietantes rodean sus atractivos incluyendo el río Ping, la Universidad de Chiang Mai (que fue construida sobre un cementerio y que históricamente fue un campo de ejecución), y el Templo Doi Suthep.
Según los visitantes frecuentes del Parque Nacional Doi Suthep, una mujer hace autostop vestida de blanco en la esquina de cada curva de la carretera. Cada avistamiento es de la misma mujer, sin importar el día… ¿un fantasma?
3. El Ferrocarril de la Muerte en Kanchanaburi
El Ferrocarril de la Muerte se construyó durante la Segunda Guerra Mundial para conectar Tailandia con Birmania y trasladar hombres y suministros. Se necesitaron más de 300.000 trabajadores (tanto tailandeses como prisioneros de guerra) para su construcción, y el trabajo era una tortura durante épocas de calor sin las herramientas actuales necesarias. Los trabajadores estaban desnutridos y exhaustos, lo que provocó la muerte de más de 100.000 personas durante su construcción. Cuando se visite este lugar, quién sabe qué o quién podría estar mirando por la ventana del vagón del tren…
4. Cueva Mae Usu en Tak
Si bien la Cueva de Mae Usu puede parecer un atractivo turístico natural en el Parque Nacional de Mae Moei, los locales han informado de una inquietante revelación.
El pueblo indígena S'gaw, que tiene un conocimiento increíble del paisaje del parque nacional, cree que esta cueva es el hogar de una bestia feroz y peligrosa. El Suea Saming es una criatura mitad humana, mitad tigre, que trata de atraer a la gente a su morada durante la luna llena tocando música tradicional tailandesa. Aunque es seguro visitarlo durante el día, muchos han advertido que las impresionantes vistas de la Cueva Mae Usu pueden ser peligrosas después de que oscurezca.
5. Templo Samian Nari (Wat Samian Nari) en Bangkok
Hasta el día de hoy, muchos taxis de Bangkok han rechazado las llamadas en medio de la noche para llegar a Wat Samian Nari. La leyenda dice que un taxi recibirá una llamada alrededor de las 4:00 am para recoger a dos hermanas de Ratchadapisek Road en Bangkok. Las tímidas hermanas Thipsuksri siempre piden al conductor que las lleve al templo de Samian Nari en medio de la noche.
Cuando el coche se acerca al templo, las bellezas vestidas de negro se desvanecen en el aire del asiento trasero. Los taxistas cuentan repetidamente su conmoción y terror cuando, de repente, contemplan a las hermanas tendidas en las vías del tren junto al templo, cortadas por la mitad y arrastrando sus torsos ensangrentados llenas de dolor.
6. Bosque Kham Chanod (Wat Kham Chanod) en Udon Thani
Un desconocido contactó con una compañía de cine al aire libre, solicitando una noche de entretenimiento en la zona rural de Udon Thani. Unos días más tarde, un equipo de proyectistas llegó para preparar la película, pero a las 9:00 pm, no había aparecido ni una sola persona.
Cuando los rollos de la película empezaron a rodar en el lugar vacío, de repente, una gran multitud de campesinos de aspecto extraño salieron del bosque circundante. Las mujeres estaban vestidas de blanco y se reunieron a la derecha, mientras que los hombres iban vestidos de negro y se situaron a la izquierda.
Al día siguiente, los cuatro trabajadores hablaron con los aldeanos para saber si les había gustado la película. Éstos les respondieron que no sabían nada de la proyección y no asistieron. ¡Resulta que un gran grupo de fantasmas había tenido una jornada de cine!