Es la undécima celebración popular que recibe este reconocimiento en la comunidad autónoma de Galicia. Esta declaración reconoce la capacidad de esta fiesta popular de conjugar cultura, gastronomía y tradición y de contribuir a la descentralización del turismo. Además, reconoce su papel de para cohesionar el territorio y dinamizar la economía de una localidad de poco más de 700 habitantes.
En el caso de los dulces, la “reina”, sin duda, es la reconocida ensaimada, pero también existe otro producto autóctono a destacar, la miel de Mallorca.