Las cifras y estadísticas son claras: la pandemia del coronavirus ha supuesto un mazazo para el sector turístico, especialmente tras haberse confirmado la temida segunda ola cuando ni siquiera había terminado el verano más atípico que se recuerda. Los confinamientos locales, los cierres de frontera o los PCR se han convertido en conceptos habituales para aquellos que han viajado estos meses, ya sea de forma nacional (o incluso local) o internacional.