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Carnavales alrededor del mundo: Una explosión de color, ritmo y tradición
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Carnavales alrededor del mundo: Una explosión de color, ritmo y tradición

Por Travel Magazine

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Si hay algo que une a las culturas más diversas del planeta, es la capacidad de celebrar la vida con música, disfraces y un poco de caos organizado. Los carnavales son esa chispa universal que, aunque cambia de forma y sabor según el lugar, siempre invita a dejar atrás la rutina y sumergirse en la alegría. Pero, ¿de dónde vienen estas fiestas tan vibrantes y cómo se viven en distintos rincones del mundo? Acompáñanos en este viaje por algunos de los carnavales más emblemáticos y sus historias.

Los orígenes: Un poco de historia con mucho ritmo

El carnaval tiene raíces profundas que se hunden en la antigüedad. Muchos lo vinculan a las Saturnales romanas, esas fiestas desenfrenadas en honor a Saturno donde los roles sociales se invertían: los esclavos se convertían en amos por un día y todo valía. Otros lo conectan con ritos paganos aún más antiguos, celebraciones de fertilidad y despedidas al invierno que buscaban despertar la primavera con bailes y excesos. Con la llegada del cristianismo, estas tradiciones se transformaron y se alinearon con la Cuaresma: el carnaval pasó a ser esa última gran explosión de libertad antes de los 40 días de recogimiento y ayuno. La palabra misma, "carnaval", podría venir del latín carne vale ("adiós a la carne"), un guiño a esa despedida de los placeres antes de la austeridad.

Pero como toda buena tradición, el carnaval no se quedó quieto: viajó, se mezcló y se reinventó en cada rincón del mundo, adoptando colores, sonidos y significados únicos.

Río de Janeiro, Brasil: El rey del samba y las plumas

Si piensas en carnaval, probablemente lo primero que te viene a la mente es Río. Y no es para menos. Aquí, las calles se llenan de samba, sudor y lentejuelas en una fiesta que parece no tener fin. El desfile de las escuelas de samba en el Sambódromo es el clímax, pero la verdadera magia está en los blocos, esas fiestas callejeras espontáneas donde locales y viajeros bailan hasta el amanecer. Este carnaval tiene raíces en las tradiciones portuguesas traídas por los colonos, pero se fusionó con los ritmos africanos de los esclavos y un toque de exuberancia tropical. Es un escaparate de creatividad donde los disfraces pueden ser tan elaborados que parecen obras de arte o tan simples como un sombrero y mucha actitud.

Venecia, Italia: Máscaras y misterio

Del calor de Brasil al encanto helado de los canales venecianos, el carnaval de Venecia es pura elegancia y enigma. Aquí no hay tanto tambor, pero sí un desfile de máscaras espectaculares que convierten a la ciudad en un cuadro viviente. Todo empezó en el siglo XIII como una forma de romper las rígidas jerarquías sociales: con el rostro cubierto, nobles y plebeyos podían mezclarse sin prejuicios. Hoy, pasear por la Plaza de San Marcos entre capas de terciopelo y máscaras pintadas a mano es como retroceder en el tiempo. Eso sí, prepárate para el frío de febrero y una buena dosis de fotos dignas de Instagram.

Nueva Orleans, Estados Unidos: Mardi Gras y sabor criollo

En el sur de Estados Unidos, el Mardi Gras de Nueva Orleans es una explosión de jazz, collares de cuentas y comida que te hace salivar. Influenciado por las tradiciones francesas de los colonos, este carnaval tiene un aire desenfadado y comunitario. Los krewes (grupos organizados) lanzan collares y regalos desde carrozas extravagantes, mientras las calles del Barrio Francés vibran con música en vivo y el aroma de gumbo y beignets. Aunque Mardi Gras significa "martes gordo" y marca el último día antes de la Cuaresma, en Nueva Orleans la fiesta se extiende semanas, con un espíritu que mezcla lo sagrado y lo profano como solo esta ciudad sabe hacer.

Barranquilla, Colombia: Cumbia y diversidad

En Colombia, el carnaval de Barranquilla es una celebración de la identidad caribeña, donde la cumbia, el mapalé y el garabato se roban el show. Declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, este carnaval es un mosaico de influencias indígenas, africanas y españolas. Los disfraces son un espectáculo: desde las marimondas con sus narices rojas hasta los monocucos que esconden la identidad de quien los lleva. La Batalla de Flores, una gran parada de carrozas, da el pistoletazo de salida a días de baile y risas bajo el sol del Caribe.

Tenerife, España: Una joya en el Atlántico

En las Islas Canarias, el carnaval de Santa Cruz de Tenerife rivaliza con los grandes del mundo. Conocido por sus reinas engalanadas con trajes tan enormes que necesitan ayudantes para moverse, este carnaval combina el fervor español con un toque insular único. La fiesta empieza con la elección de la reina y se extiende con cabalgatas, bailes y concursos de murgas, grupos que cantan sátiras con un humor afilado. Es como si el espíritu de Río y Venecia se encontraran en medio del océano.

Un carnaval para cada viajero

Podríamos seguir: el carnaval de Notting Hill en Londres con su vibrante herencia afrocaribeña, las danzas diabólicas de Oruro en Bolivia o las carrozas florales de Niza en Francia. Cada lugar le pone su sello, pero todos comparten esa esencia de liberación, comunidad y creatividad. Si te animas a vivir uno, no olvides meterte de lleno: ponte un disfraz, aprende un paso de baile y déjate llevar. Porque el carnaval no se explica, se siente.

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