La historia de los Reyes Magos se remonta al Evangelio de Mateo, donde se narra cómo Melchor, Gaspar y Baltasar, guiados por una estrella, viajaron desde Oriente para rendir homenaje al recién nacido Jesús, trayendo consigo regalos de oro, incienso y mirra. Aunque la Biblia no especifica que fueran tres ni que fueran reyes, la tradición cristiana los ha convertido en figuras emblemáticas de la Navidad, representando las tres partes del mundo conocido: Europa, Asia y África.
En España, la celebración comienza la víspera del 6 de enero con la famosa Cabalgata de Reyes. Esta es una procesión espectacular que tiene lugar en la noche del 5 de enero, donde los tres Reyes Magos, acompañados por sus pajes y una multitud de carrozas, desfilan por las calles de ciudades y pueblos. Los Reyes suelen ir montados en camellos o caballos, o en elaboradas carrozas, vestidos con túnicas y coronas, lanzando caramelos y pequeños obsequios a los niños que se agolpan en las calles para presenciar este evento mágico. Esta tradición, que se democratizó y expandió por todo el país hacia finales del siglo XX, tiene sus orígenes más antiguos en ciudades como Alcoy, donde se celebra desde 1866.
Antes de la cabalgata, los niños escriben cartas a los Reyes Magos, explicando cómo se han portado durante el año y solicitando los regalos que desean. Estas cartas se entregan a los pajes reales o se colocan en lugares visibles como buzones especiales en las calles. La magia de los Reyes Magos no solo se limita a la cabalgata; esa noche, los pequeños dejan sus zapatos o algún recipiente con agua y dulces para los camellos y los Reyes, esperando que al amanecer estos hayan sido sustituidos por los regalos pedidos.
La mañana del 6 de enero, los niños se despiertan emocionados para descubrir qué les han traído los Reyes. La tradición también incluye el consumo del Roscón de Reyes, un bollo circular adornado con frutas confitadas y relleno de crema, nata o trufa. Dentro del roscón se esconden sorpresas: una figurita que corona al "rey" o "reina" del día y un haba que, en algunos casos, obliga a pagar el roscón. Este dulce, con origen en las Saturnales romanas, ha sido adoptado por la cultura española como un símbolo de unión familiar y alegría.
La celebración de los Reyes Magos no es solo un evento religioso sino una tradición cultural que ha evolucionado, incorporando elementos modernos y adaptándose a las distintas regiones del país. En algunas zonas, los Reyes llegan por mar, en otros lugares lo hacen de formas tan aventureras como en ala delta o parapente, demostrando la diversidad y creatividad de esta festividad.
Además, en la era digital, la tradición ha encontrado nuevas formas de expresión, como videollamadas con los Reyes Magos, permitiendo a los niños interactuar directamente con estas figuras míticas, manteniendo viva la ilusión en tiempos modernos.
La tradición de los Reyes Magos en España es un testimonio de la capacidad de las culturas para mantener vivas sus costumbres, adaptándolas a los tiempos y llenando de magia y esperanza a generaciones de niños y familias. Es más que una celebración; es un legado de fe, comunidad y alegría que se transmite de padres a hijos, año tras año.