Se cuentan entre los ejemplos de arquitectura fortificada medieval más admirables de todo el ámbito alpino. Suiza es un país lleno de sorpresas y uno de los lugares más populares se encuentra en la zona de Tesino, donde la curiosa ciudad de Bellinzona tiene tres castillos Patrimonio de la Humanidad.
Castelgrande, Montebello y Sasso Corbaro se erigieron para controlar el paso por el valle del río Ticino, el acceso a los puertos alpinos y el tráfico comercial en ambos sentidos por el San Gotardo.
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Sumérgete en la Edad Media y revive la historia
La Fortaleza de Bellinzona se encuentra entre los ejemplos más maravillosos de arquitectura fortificada medieval de toda la cordillera alpina. Compuesto, como hemos dicho, por tres castillos, una imponente muralla y las murallas del pueblo, patrimonio de la UNESCO desde el año 2000.
El mayor de los tres castillos que componen, junto con la muralla y las murallas de la ciudad, la Fortaleza de Bellinzona, se alza sobre una colina habitada desde hace más de 6000 años.
El segundo castillo de Bellinzona está situado en la colina de Montebello, a unos noventa metros sobre el nivel de la ciudad, dominando Castel Grande desde arriba.
Llamado así porque está situado sobre una roca tan oscura como las plumas de un cuervo (del dialecto "corbatt"), Sasso Corbaro es una típica fortaleza Sforza, cuyas masas murallas se reducen a la esencialidad de una figura geométrica.
Murata y las murallas de la ciudad constituyeron la barrera entre el norte y el sur. Una frontera entre dos culturas, la latina y la teutónica.
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