El país recibe el apodo de "Isla Esmeralda" por su exuberante paisaje verde. Rodeadas por montañas y bordeadas por una hermosa bahía, las calles y callejuelas de la ciudad están repletas de animados edificios artísticos e históricos, cafeterías de moda y pubs tradicionales.
En sus calles se siente sus más de 1.000 años de historia: los vikingos de antaño se mezclan con concurridas boutiques, calles adoquinadas, las melodías de los músicos callejeros y parques del siglo XVIII albergan festivales, sesiones de cine y mercados gastronómicos.
Que ver en Dublin:
- Trinity College: Universidad una de las más prestigiosas del mundo y más antigua de Irlanda.Fundada por la reina Isabel I en 1592. Su impresionante biblioteca repleta de libros y manuscritos de todas las épocas con altas estanterías de madera y en la se inspiró el colegio de Howarts de Harry Potter. Lo más preciada de la biblioteca es el Libro de Kells S. IX, monjes celtas fueron sus autores en el cual están los 4 Evangelios del Nuevo Testamento.
- Parque de Saint Stephen’s Green: de estilo victoriano, del 1664, con zonas arboladas y estatuas de personajes históricos de Irlanda. Su lago espectacular repleto de cisnes, patos y gaviotas.
- Grafton Street: calle peatonal situada en pleno centro, entre el Parque de Saint Stephen’s Green y Trinity College. Muy concurrida dónde podrás encontrar tiendas, pub y escuchar buenos músicos callejeros.
- La estatua de bronce de Molly Malone, que rinde honor a una canción muy popular sobre una vendedora ambulante que empujaba un carro de pescado durante el día y que por la noche ejercía la prostitución, frente a la Oficina de Turismo.
- Catedral de San Patricio: la iglesia más grande del país dedicada al patrón de Irlanda. Del siglo V. Su recargada decoración interior como la cripta del siglo XII, la pila bautismal de la Edad Media, el coro, sepulcros de personajes célebres como Jonathan Swift, autor de «Los viajes de Gulliver».
- Castillo de Dublín: Fue residencia real, fortaleza militar y sede del Tribunal de Justicia Irlandés y desde el que los ingleses administraban Irlanda durante su ocupación. Situado en el centro histórico, se puede ver el Salón de San Patricio, la Capilla Real, el Rellano de las Hachas de Guerra, el Salón del Trono, la Gran Escalera, y las habitaciones del Rey y la Reina. En el exterior pasear por sus jardines donde se verán la antigua Torre Medieval del siglo XIII y s.
- Catedral Christ Churcho o de la Santísima Trinidad, la catedral protestante, construida en 1028 por un rey vikingo albergar en su interior una de las criptas medievales más grandes y antiguas del Reino Unido, además de la capilla de San Laurence O’Toole, 19 antiguas campanas y el Tesoro de la Iglesia, formado por manuscritos y valiosos objetos históricos.
- Ayuntamiento: con una cúpula sostenida por doce columnas y con estatuas.
- O’Connell Street: Esta avenida, una de las más anchas de Europa, tiene varios monumentos importantes como la estatua del líder nacionalista Daniel O´Connell, la Oficina Central de Correos de Dublín, lugar en el que se proclamó la República de Irlanda, y el Spire (Monumento de la luz), una aguja de acero de 120 metros de altura que conmemoró la llegada del nuevo milenio.
- Guinness Storehouse: Convertida en museo, esta antigua fábrica donde podrás aprender de forma interactiva todos los pasos para la elaboración de su famosa cerveza negra de fama mundial. Podrás ver objetos míticos de la marca, antiguas botellas, barriles, carteles y el contrato de alquiler de la cervecería firmado por Arthur Guinness en 1759. Con sus 7 plantas y en la última el Gravity Bar, en el que degustar una pinta de cerveza negra bien fresca, con una de las mejores vistas de Dublín.
Platos típicos de Dublín : Irish Stew: estofado irlandés elaborado con carne de cordero, patatas, cebolla y perejil. Boxty: una especie de pastel de patata. Coddle: salchichas de cerdo cortadas en lonchas recubiertas de beicon con patatas en rodajas y cebolla.
Dublín es un lugar repleto de cultura, creatividad y “craic” (diversión). Con sus pubs, la animada vida nocturna, la música. Fuera de la ciudad disfrutar de paseos por la costa, pequeños pueblos costeros, paisajes montañosos en la bahía de Dublín, nombrada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Disfruta de una aventura en cada esquina.