Se trata de la primera gran escapada del año. Una buena oportunidad para viajar por España principalmente, y disfrutar de las posibilidades del turismo rural y de las capitales. Con el aumento de los viajes se incrementan también los fraudes en la contratación de los alojamientos: precios muy llamativos por debajo de la media de la zona, arrendadores que alquilan su vivienda desde el extranjero… son algunas de las cosas que pueden indicar que estamos ante una estafa en el alquiler vacacional, explica reclamador.es, que recuerda que es la tercera causa de consulta online más repetida en la web anualmente. Y aunque suene redundante, y pueda parecer obvio, cada abril, son numerosas las estafas que se cometen en nuestro país al respecto. Las cantidades estafadas suelen oscilar entre los 1.000 y los 3.000 euros. La novedad de este 2022 es el engaño a través de Bizum, pero a los propietarios de los inmuebles que se alquilan.
Enviar una solicitud de pago, la acción contraria
El modo de operar es muy sencillo, explica reclamador.es: el supuesto inquilino, el estafador en cuestión, se muestra interesado en el alquiler del apartamento o casa rural, y una vez se ha ganado la confianza del mismo, le indica que quiere realizar el pago a través de Bizum, uno de los proveedores de servicios de pago de España más utilizados por los consumidores. Pero, aprovechándose del desconocimiento sobre el correcto funcionamiento de esta aplicación, los ciberdelincuentes envían una solicitud de pago en vez de enviar el dinero en concepto de alquiler. La víctima recibe un mensaje en el que se puede comprobar que es un pago, pero hay que leerlo con detenimiento, ya que la estrategia es engañar al arrendador no enviándole el dinero acordado, sino realizando la acción inversa.
En el momento en el que se acepta y se realiza la transacción, la operación finaliza y no se vuelve a saber nada más del estafador quien, a su vez, puede alegar que el envío de dinero se ha hecho de forma voluntaria.
Por ello, se recomienda evitar el uso de Bizum con personas desconocidas, ya que se puede ser objeto de fraude, como en este caso. Y es que Bizum es un sistema de pagos seguro, pero no está libre de estafas.
El ‘clásico’ cada año: el apartamento reservado no existe o está alquilado
Dentro de las estafas en alquileres vacacionales, la más repetida sin duda cada Semana Santa es llegar al supuesto alojamiento, alquilado por Internet a un particular, y que este no exista o que ya esté alquilado. En este sentido, recalca reclamador.es, el usuario debería recopilar todas las pruebas que tenga, como pantallazos de la página en la que se anuncia el alquiler, teléfonos o email de contacto, la transferencia realizada, etc., y con ello, acudir a la policía o Guardia Civil para interponer una denuncia lo antes posible.
¿Por qué? Como ya se ha producido ese pago al supuesto arrendador y posteriormente este ha desaparecido, estamos ante un delito de estafa, el cual se enjuicia por la vía penal mediante una denuncia ante la Policía o Guardia Civil. La Guardia Civil cuenta con un Grupo de Delitos Telemáticos para investigar este tipo de delitos cometidos a través de internet, para que los afectados puedan recuperar el dinero estafado.
Por su parte, Almudena Velázquez, directora legal de reclamador.es, explica que “ante cualquier situación de estafa o abuso el usuario debe denunciar. Es muy importante dejar constancia de ello ante las autoridades porque, aunque a priori puede que no se encuentre al culpable en una estafa vacacional, la denuncia ayudará a que no le vuelva a pasar a otras personas en un futuro”.
Además, la directiva recomienda recopilar todas las pruebas que se tengan sobre la posible estafa, como correos electrónicos o justificantes de pago. En este sentido, aclara que “es probable que la Policía cuente con más denuncias similares, por lo que será más fácil identificar al estafador para poder procesarle. Los autores de estos delitos se enfrentan a penas de entre seis meses y tres años. Cuando la estafa no supere los 400 euros, la pena será una multa de cárcel de uno a tres meses.
Igualmente, los estafadores tienen que restituir al usuario el dinero defraudado, los intereses y una posible indemnización por los daños y perjuicios acreditados”.