Hablar de Madeira es hablar, inevitablemente, de Cristiano Ronaldo. No solo se ha convertido en su vecino más insigne, sino en todo un ídolo de masas en su tierra, algo que se puede ver desde el momento en el que el avión pone tierra en el aeropuerto.
Pese a que algunos ya le quieren jubilar, aunque sea del año 1985, el futbolista está en plena forma, y sus conciudadanos se muestran orgullosos de aquel chaval que con toda la ilusión del mundo se marchó al Sporting de Lisboa para dar inicio a una leyenda que se terminó de fraguar en el Real Madrid tras pasar por el Manchester United.
Pero al astro del fútbol no solo le interesa el deporte rey, ya que Cristiano tiene su propio museo en su tierra, una estatua, un hotel... múltiples negocios que regentan no solo sus socios sino su propia familia, además de clínicas de injerto de pelo, que ya han traspasado fronteras. ¡Y aun así nos quedamos cortos!
Como decíamos, ya según llegas, el aeropuerto tiene un busto y su nombre, aunque esto va más allá, ya que da nombre a las instalaciones.
Los aficionados, y los que no lo son tanto, buscan por inercia su huella por todo Madeira. De hecho, una grande, de unos 2,30 metros, es la figura que se muestra en la puerta de su propio museo, en la que se puede leer: 'Melhor jogador do mundo. Best player in the world'.
Dentro se pueden ver sus trofeos individuales -que para colmo son más que los que ostenta por equipo-, es decir, sus Balones y Botas de Oro, además de réplicas de las copas de Ligas y Champions, ganadas en históricos partidos de todo el mundo.
Es el lugar más codiciado para hacerse un 'auténtico' selfie con el futbolista, aunque de manera digital, y es que, lo que más llama la atención de los visitantes es que el mismo Cristiano se haya financiado su propio museo, que no ha tenido colaboración del Ayuntamiento de Funchal ni de Madeira, pese a ser todo un atractivo turístico, por mucho que les pueda pesar.
Pero aquí no acaba la cosa, y es que también tiene un hotel, con una terraza con unas vistas inmejorables -todo hay que decirlo-, que si no te gusta mucho el mundo futbolero, te hará olvidar la imagen de Ronaldo, pese a que está impregnada en tiendas de recuerdos, quioscos, carteles...
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