Con una historia que se remonta a más de 2,000 años, Zaragoza ha sido testigo del paso de varias civilizaciones, lo que la convierte en un destino imperdible para los amantes de la historia y la cultura.
Zaragoza fue fundada por los romanos bajo el nombre de Caesaraugusta, y su legado romano es palpable en sitios como el Museo del Teatro de Caesaraugusta y el Foro Romano. Sin embargo, es durante la época musulmana cuando la ciudad florece, convirtiéndose en un importante centro cultural y comercial conocido como Saraqusta. La Basílica del Pilar, uno de los símbolos más emblemáticos de Zaragoza, refleja esta influencia con su estilo mudéjar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
1. La Basílica de Nuestra Señora del Pilar: Este imponente templo es el corazón espiritual de Zaragoza. La leyenda cuenta que la Virgen María apareció aquí sobre una columna o pilar, de ahí su nombre. Su fachada barroca, las vistas desde la torre y el arte sacro en su interior son dignos de admirar.
2. El Palacio de la Aljafería: Este castillo-palacio es una joya del arte islámico en España. Construido en el siglo XI, mezcla estilos mudéjar, gótico y renacentista. Hoy en día, alberga sesiones del parlamento aragonés, pero está abierto al público para visitas que permiten explorar sus patios, salones y la torre del Trovador.
3. El Museo del Teatro de Caesaraugusta: Descubierto en 1972, este museo ofrece una inmersión en la vida romana de la ciudad, mostrando restos del antiguo teatro romano y artefactos de la época.
4. La Seo de Zaragoza: También conocida como la Catedral del Salvador, es un ejemplo impresionante de arquitectura gótica con influencias mudéjares y renacentistas. Su claustro, las vistas desde el campanario y la colección de tapices flamencos son de particular interés.
5. El Puente de Piedra y el Ebro: El río Ebro, que biseca la ciudad, es el corazón natural de Zaragoza. El Puente de Piedra, con su historia que se remonta a la época romana, no solo es un punto para admirar el río sino también para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad, especialmente hermosas al atardecer.
6. El Mercado Central: Para aquellos interesados en la gastronomía, una visita al Mercado Central es obligada. Aquí, los visitantes pueden degustar productos locales como el jamón de Teruel, vinos de Cariñena y postres tradicionales como las trenzas de Almudévar.
7. El Parque Grande José Antonio Labordeta: Ideal para relajarse, este parque ofrece espacios verdes, lagos, esculturas y el invernadero de plantas tropicales, ofreciendo una escapada a la naturaleza en medio de la ciudad.
La gastronomía de Zaragoza merece una mención especial. Además de los productos del mercado, platos como el ternasco asado (cordero lechal) y las migas a la aragonesa son imprescindibles. No se puede dejar la ciudad sin probar los crespillos, una especialidad dulce de la región.
Zaragoza es una ciudad donde el pasado y el presente se entrelazan de manera única. Desde sus monumentos históricos hasta sus vibrantes mercados y el ambiente acogedor de sus calles, ofrece una experiencia rica y diversa para cualquier viajero. Ya sea que uno se sienta atraído por la historia, el arte, la arquitectura o la comida, Zaragoza en Aragón tiene mucho que ofrecer, haciendo de cada visita una inmersión en la cultura y tradición españolas.