Ryanair ha confirmado una huelga entre junio y julio, periodo de tiempo que coincide con la primera operación salida de este verano.
Serán seis días de huelga convocados por los sindicatos USO y Sitcpla con la intención de lograr que la empresa retome las negociaciones del primer convenio colectivo. Las cancelaciones de vuelo se darán durante los parones de los días 24, 25, 26 y 30 de junio y 1 y 2 de julio.
Dado que se trata de una huelga de personal de la aerolínea, la jurisprudencia entiende que tales causas de fuerza mayor no son extraordinarias. Por lo tanto, la aerolínea está obligada a indemnizar a los pasajeros.
Los afectados siempre tienen derecho al reembolso íntegro del billete «en siete días», o a un transporte alternativo hasta el destino final, según lo dispuesto en el artículo 8 del Reglamento 261/2004. Además, no sólo tendrían derecho a esa compensación, sino que desde plataformas como Wings to Claim también tienen intención de reclamar los gastos ocasionados de la incidencia aérea, tales como noches de hotel, transporte, entradas de ocio, etc.
Sin embargo, la aerolínea no tiene que entregar dichas compensaciones si informa al usuario de la cancelación al menos con dos semanas de antelación con respecto a la hora de salida prevista, informa de la cancelación con una antelación de entre dos semanas y siete días con respecto a la hora de salida prevista, o si ofrece un transporte alternativo que le permita salir con no más de dos horas de antelación con respecto a la hora de salida prevista y llegar a su destino final con menos de cuatro horas de retraso con respecto a la hora de llegada prevista.
Los pasajeros pueden reclamar a las compañías indemnizaciones de entre 250 y 600 euros. La cuantía depende, en este caso, de la distancia entre origen y destino. En un vuelo de hasta 1.500 kilómetros, la compensación es de 250 euros. Si el viaje está entre 1.500 kilómetros y 3.500 kilómetros, asciende a 400 euros. Es a partir de los 3.500 kilómetros cuando la firma está obligada a pagar 600 euros a las víctimas de las cancelaciones.
Mientras dure la demora del viaje, la aerolínea deberá facilitar comida y bebida, dos llamadas telefónicas o acceso al correo electrónico, alojamiento en un hotel (con sus respectivas comidas) si es necesario pernoctar y transporte del aeropuerto al hotel. En caso de que la empresa no se hiciese cargo de los gastos, los viajeros deben guardar los recibos para posteriormente reclamarlos.
Según la Ley de Navegación Aérea, es posible cambiar o anular un vuelo y recibir la devolución íntegra del dinero siempre que esto se haga dentro del plazo fijado (al menos 24h antes de la salida). Asimismo, el Reglamento Europeo 261/04 estipula que la aerolínea debe hacer el reembolso de la cantidad completa del billete en 7 días. Sin embargo, al cancelar un vuelo 24 horas antes de la fecha, la empresa podría penalizar con un 20 % (en vuelo nacional) o un 25 % (para vuelo internacional). En caso de que el cliente tenga una causa de fuerza para cancelar el vuelo, deberá justificarlo ante la compañía y esta tendrá que devolver la totalidad del coste del billete.