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Un recorrido apasionante por Córcega

Travel Magazine | Martes 02 de junio de 2020
Comenzamos en la bella Niza, un pequeño paraíso que no deja de seducir, ya que ha conquistado a muchos aristócratas, artistas o escritores inspirados en la belleza del lugar. ¿Quieres conocer un poco más de esta isla que te enamorará?

A la sombra de la colina del castillo, hay que descubrir la vieja Nice con sus coloridos callejones, sus iglesias barrocas y sus suntuosos palacios. Y naturalmente hay que pasear por Cours Saleya, el elegante paseo marítimo del casco antiguo de Niza, donde se monta un espectacular mercado de flores, ahora bordeado de tiendas y restaurantes. Y por supuesto el elegante Paseo de los Ingleses.

La primera visita en Córcega puede ser Ajaccio "ciudad imperial" y antiguamente "ciudad del coral", es el lugar de nacimiento de Napoleón Bonaparte. Hay que visitar sus principales monumentos, como el palacio de justicia, la corte de Napoleón, la plaza donde se encuentra un monumento ecuestre de bronce que representa a Napoleón y sus cuatro hermanos, así como la de Austerlitz donde, según la leyenda, fue fascinado durante su infancia por los personajes históricos, y soñaba con conquistas y gloria. La verdad es que cumplió su sueño. A continuación se emprende el misterioso camino de las islas Sanguinaires, un archipiélago que ofrece un verdadero espectáculo natural a todos los visitantes.

Otros puntos clave pueden ser Calvi, y su magnífica bahía, aunque la mejor vista se obtiene desde su ciudadela, de pie sobre un promontorio rocoso y rodeada de altas murallas reforzadas por bastiones, la ciudadela contiene una pequeña joya, la antigua ciudad de Calvi con edificios que no carecen de interés como el oratorio de Saint-Antoine y el Palacio de los gobernadores genoveses. También hay que visitar la catedral de San Juan Bautista con su Cristo Negro de los Milagroso alguno de los antiguos pueblos de Balagne, apodado "el jardín de Córcega" gracias a sus colinas fértiles. Esta región reúne una treintena de aldeas que se presentan como belvederes en picos rocosos o escondidas en el corazón de los valles estrechos.

Bonifacio es un verdadero museo al aire libre, la ciudad de los acantilados revela sus callejones y senderos, su fortaleza milenaria o sus casas encaramadas a 60 metros sobre el mar. Los más valientes, pueden animarse a subir la Escalera del Rey de 187 escalones, y con espectaculares vistas desde lo alto. Y qué decir del archipiélago de Lavezzi, con sus islotes y arrecifes de granito, así como las cuevas marinas, mientras se observan desde el mar los acantilados de Bonifacio.

La siguiente escala es Porto Vecchio, la antigua ciudad de la sal que se forma en dos mitades; arriba la ciudad alta, con sus pintorescos callejones y los restos de la ciudadela. Abajo, el puerto con la arquitectura más moderna. Porto Vecchio ha conservado cierto encanto con sus estrechas callejas y casas típicas apenas más altas que las paredes y la ciudadela.

En cuanto a Cap Corse podemos decir que es el territorio más al norte de Córcega, una larga cadena montañosa de 40 km. que se sumerge en el mar, un patrimonio natural salvaje preservado que revela sus bosques, sus montañas, sus pequeños pueblos encaramados en la ladera de la montaña, pero también sus magníficas pequeñas calas. El camino a lo largo de la costa salvaje ofrece una sucesión de hermosos paisajes: acantilados, especialmente en la costa oeste, costas recortadas donde se encuentran las torres de la época genovesa, pintorescos pueblos. Desde Bastia, y por la carretera costera, se pasa por Erbalunga, adorable pueblo de pescadores, Santa Severa, pequeño y agradable puerto, el típico pueblo de Luri, el paso de Santa Lucía, Pino, pueblo ubicado entre higueras y naranjos...

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