Hace tiempo que estas construcciones dejaron de ser de uso exclusivo de reyes y cortesanos, de juglares y caballeros de mesas redondas. Si bien es cierto que los tiempos han cambiado, actualmente no es necesario certificar la sangre azul para alojarse en uno de estos cinco preciosos castillos.
Torre del Prior (Tortosa, Tarragona)
Si ya Tortosa brilla por su arquitectura e historia medieval, esta casa rural es el exponente de su tradición. Aislada en un entorno insuperable, su Torre de Vigilancia cuenta los años y guarda los edificios de uso agrícola adyacentes desde el siglo XII. Todo el conjunto ha sido remodelado para garantizar el confort de sus visitantes, a los que ofrece seis habitaciones dobles y una triple con baño, sala de estar, cocina, comedor y espacio de ocio y descanso.
Casa Rural La Alcazaba (El Robledo, Ciudad Real)
Muros y jardines coronan este castillo domótico que devuelve al viajero al tiempo de las Cruzadas. En 250m2 se congregan un salón comedor con una estupenda chimenea, cinco habitaciones y cuatro baños totalmente equipados. Además, en la parte superior se encuentra una enorme terraza con vistas a las estrellas, ideal para sentirse dueño y señor de la fortaleza.
Casa Rural Valimón (Santibáñez de Valcorba, Valladolid)
Construido en la confluencia de dos ríos, este antiguo caserío fue erigido entre los siglos XVII y XVIII, pero aún conserva la esencia de los tiempos pasados. Así, desde su torreón se contempla la inmensidad de los campos de trigo, tierras de labor, pastos y bosques que rodean la finca. La Casa Rural Valimón está formada por tres apartamentos independientes para garantizar la máxima privacidad a sus huéspedes, todos ellos dispuestos con todo lujo de detalles.
Castillo Medieval de Grisel (Grisel, Zaragoza)
Cuando no se puede pedir más, llega este castillo gótico del siglo XIV abastecido con todos los elementos originales gracias a un trabajo de remodelación que se ha prolongado durante más de 30 años. Ahora aloja a los curiosos en sus seis lujosas habitaciones, una de ellas equipada con jacuzzi para aportar el toque de relax a los sueños medievales.
La Torre de Mejanell (Estaràs, Lleida)
Si el viajero busca sumergirse en la Edad Media no debe buscar más: esta fortaleza lleva esperándole desde el siglo XI, coronado por la Torre de Defensa. Y para mayor incentivo, todo el conjunto medieval forma parte de los bienes comarcales de interés nacional (BCIN) y de los alojamientos de la ruta jacobea catalana. La casa está formada por cinco habitaciones dobles, una triple y una individual, todas ellas vestidas con las comodidades.